Ocho largos años después
Llovía, las gotas caían una tras otra empeñando las ventanas de aquella enorme casa, el frío vidrio era tocado por unas pequeñas manitas que miraban curiosas aquel fenómeno tan extraño y desconocido para él.
- Vas a resfriarte MinJun…ah – dijo un rubio mirando enternecido al pequeño niño de apenas un año, alejándolo de la ventana
El bebito le miró con un mohín acariciándolo el rostro para ver si el mayor cedía.
- Okay baby, ahora es cuando intervengo yo antes que MinJun-shii te manipule como siempre – sinceró un pelinegro mientras le quitaba al niño de las manos
- Me extrañaste – le susurraba con dulzura al pequeño mientras juntaba sus narices haciendo reír al menor
- ¡No es justo devuélveme a mi sobrino! – gritaba el delfín bastante celoso mientras corría detrás de su novio el cual con bebe en brazos escapa infantilmente de –a su perspectiva – las garras del tío malo
La pareja continuó con la persecución hasta el salón principal, cuando…
- ¡Ayyyy! – Gritó el de voz aguda tirándose dramáticamente sobre el mueble contiguo mientras se cogía el vientre
No terminó de quejarse cuando un pelinegro lo alzaba en brazos al borde del llanto después de dejar a MinJun sentado en uno de los muebles.
- ¡Mi pequeño! Su lo siento soy un idiota no debí ¿Te duele? – apenas modulaba un realmente asustado YooChun mientras besaba la frente de su novio
- No – respondió el otro simplemente antes de lanzarse a por MinJun quién miraba a la pareja aplaudiendo
- ¡Yah! – Gritaba el ratón tocándose el pecho – no vuelvas a hacerlo
- ¡Aish! ¿Escuchaste eso MinJunnah? Nuestro futuro appa se ha molestado – le decía en burla al pequeño quien le sonreía sin entender
- !Yah! !Tú delfín nalgón vuelve aquí en este instante! – ordenaba un sonrojado pelinegro retomando la cómica persecución de niños bellos
- Como alguno de ustedes le haga algún rasguño al bebé se las van a ver verdes – amenazaba el tío menor y más ¿responsable? al verlos pasar por el comedor con el pobre MinJun en brazos
La Tv prendida sus ojos bastante entretenidos en la pantalla, sobre sus piernas un bol de popcorn y a su derecha un profundamente dormido KyuBok. Sonrió de medio lado al ver a su novio en ese estado, procedió a recostarse suavemente sobre el hombro de su pareja, el mayor sonrió entre sueños…
…
A pesar de que era invierno a pesar del crudo frío a pesar de toda dificultad espacio-temporal a su alrededor un par de chicos caminaba tarareando una canción, sosteniendo sus manos sobre los guantes, sumergiéndose en la mirada del otro como si la vida se les fuese en ello.
Era amor…Ese que hacía que sus ojos brillaran, ese que lograría incomodar hasta al más indolente, ese que robaría más de un sonrojo a cualquier adolescente…un suspiro…
Era simplemente hermoso ver como aquel par reía, compartía cada momento de sus vidas con tanta devoción y entrega, tal cual la primera vez que decidieron abrir sus corazones bajo las olas de un mar que siempre quedaría en sus memorias, sobre esa arena blanca que parecía acompañarles en el día a día…
- Ya falta menos de una cuadra –dijo sonriendo entristecido el líder a aquel perfecto pelinegro que sonrojado por la mirada de su novio besaba su mejillas
- Menos de una cuadra para ver MinJunnie – aclaró el mayor, a ambos se les iluminó el rostro
Y como no si aquella bendición de ojitos hermosos había sido polémica de toda Asia y hasta podrían afirmar del mundo entero sin embargo, a pesar de las criticas, los llantos y la disminuida esperanza habían podido salir de todo ese calvario…y el pequeño Kim MinJun había nacido, así lo habían llamado pues – a oídos de Jae – su apellido era el que mejor sonaba con el nombre que habían escogido.
Y por supuesto YunHo no había puesto demasiadas resistencias con los efectivos métodos de convencimiento de su novio.
- MinJun…ah appa ya va por ti – susurró el morocho más que feliz
- ¿Cómo que appa? ¿Y yo que soy? – se quejaba el más bajo como cada vez que tocaban el tema
- Sabes que el uke siempre toma el papel de madre – argumentó el líder a sabiendas de la bomba que sus palabras detonarían en su pareja
- ¡Cómo que el uke! – gritaba el otro indignado abalanzándose sobre su novio para tratar de ahorcarlo
Escena bastante cómico puesto que el morocho resultaba bastantes centímetros más alto que el albino pelinegro que trataba – inútilmente- de hacer que su novio se retractara.
- Oh vamos Boo siempre has sido el uke y no me vas a negar que te encanta serlo – le ronroneó al oído a su Jae mientras lo envolvía en un abrazo por las espalda
El mayor se quedó sin palabras
- Vale puede que sí – admitió pegando un poco más su espalda al torso del moreno
- ¿Puede? – preguntó pícaro mordiendo la oreja del “indefenso” JaeJoong
- Ssssí – aseguró en un suspiro disfrutando de la caricia del más alto
YunHo rió sonoramente al hallarse victorioso
- Sabes lo poco que me costaría tomarte en brazos y perdernos por una hora más – incitó el líder besando el terso cuello del mayor con desidia
- Mmm…sabes lo fácil que me sería decirle sí a eso – respondió el pelinegro con las mejillas encendidas y una sonrisa bastante lasciva
¿Y saben lo mucho que va a extrañarles MinJun si hacen eso? Dictó una voz en sus conciencias y en menos de cinco segundos ambos padres se hallaron corriendo hacia la casa en busca del pequeño.
Supongo que la vida de padres no es nada fácil ¿Ne MinJunnah? Ahora la YunJae lo estaba aprendiendo…
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